Pensamientos
pecaminosos
donde
fulgura la avalancha de tu presencia.
No
puedo pensarte de otra manera:
introspección
aérea,
libido
en el atrevimiento:
bocas,
abanicos, ungüentos
e insectos confeccionados: nuestros
orgasmos,
infancia que te nombra, que te
reza.
Durmamos
juntos
junto al comienzo del aire.
Sin
asco de la pequeña muerte
galopo en ti
y tu fragor es mi cabecera.
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