Esta no es una poesía fatigada.
A veces tu cuerpo deviene en una canción que
se toca
Sobre el aire de mis sueños,
Que atraviesa mi carne cansada
Y donde giran los extremos de mis
pensamientos:
Tu precioso recuerdo
El fantasma, el desierto, mi deseo hacia ti,
Dama del sol…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario