domingo, 27 de septiembre de 2020

Manual para irredentos


 

Nadie en su cabal juicio se habría imaginado que los albores del nuevo siglo nos depararían un azote semejante a las pestilencias bubónicas y coléricas de otrora. No han faltado conjeturas maximalistas y conspirativas. A falta de judíos, chinos. A falta de brujas, microrganismos que no se sabe si de verdad viven o sobrenadan en los confines de lo inerte, pero que matan con una guadaña incorpórea. Y, en el ínterin, la vacuna que no llega.

 

Menester es, pues, distanciarse, aislarse, refugiarse. Pero ello conlleva ocio y soledad, amén de disrupción en las rutinas y en las economías. ¿Cómo no arredrarse ante tal perspectiva?

 

Agucemos, por consiguiente, el intelecto para hacer de esta crisis una oportunidad, aconsejan los pundits (como dicen los anglosajones). Producir es la consigna y para ello aprovechemos las ventajas de las  nuevas tecnologías, asegurando mayores ingresos mediante el télétravail, y perdónennos el galicismo.

 

Comencemos con el autodiagnóstico. ¿Para qué servimos? ¿Cuáles son nuestras fortalezas productivas? ¿Qué podemos ofrecer al prójimo que suscite su interés en nuestros productos o servicios? ¿Cuáles tribunas podemos usufructuar para irradiar nuestro mensaje? ¿Cómo resaltar nuestro ofrecimiento exaltando la atención de nuestro público potencial?

 

Estas interrogantes debemos elucidarlas au fur et à mésure que desplegamos nuestra estrategia en los retadores campos del ciberespacio. Esta competencia se ha intensificado en los últimos tiempos por la pandemia, lo que redunda en una verdadera cacofonía de oferta y demanda en la red.

 

En el caso que nos ocupa, a través de plataformas como influenet.com,  ofertamos nuestros servicios de redacción creativa a aquellos anunciantes, empresas y personas que precisen divulgar las bondades de sus mercaderías o servicios de una manera concisa, comprensible y eficaz. El medio es el mensaje, solía afirmar eruditamente Marshall McLuhan.

 

Y finalizamos con la tautología de rigor: The costumer is always right!


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