Aparte de las vidas y retornos
sólo existen las febriles ecuaciones
de nuestras carnes venciendo a las piedras.
He luchado por la metáfora de tus suspiros,
manchando la lucidez de tu aliento,
y, finalmente, tu despedida me ha quebrantado.
Se me ha quebrado la lealtad,
se me venció tu yerba.
Añoraré tus senos y tus buhardillas:
serán esos mis sueños que interpretarás a deshoras.
Alójate de una vez en mis aspiraciones
y déjate amar con mis discretas filosofías.
Otra vez.
1 comentario:
Hola Nicolasoto, no conocía tu veta poética. Una grata sorpresa...
Felicitaciones...!
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