El
pasado y la sabiduría son nieblas peregrinas.
La
soledad y sus filamentos me exilian.
Te
moldeo en cantos parcos
mientras
la parca me ronda.
Te
heredaré arcones repletos de morocotas,
atuendos de inmortalidad
y los faros de mi torpeza
lírica.
Así
recordarás por siempre cuánto te amé,
en la carne y en la espiritualidad.
Nota:
no cambies las morocotas por bonos cero cupón.
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